Cerrajeros en Sevilla

Cerrajería falsa y auténtica

Los cerrajeros fraudulentos campan a sus anchas, anunciándose en pegatinas o de la manera que consideren más fácil y masiva. Todos hemos visto alguna vez pegatinas en portales o en farolas en las cuales se anuncian supuestos cerrajeros.

Llamar a uno de estos teléfonos puede suponer la ruina del cliente, no ya por lo que cobren los supuestos profesionales, sino por el estado en que quedarán sus instalaciones, un estado nada deseable si de lo que se trata es de proteger la entrada.

Entre la cerrajería falsa y auténtica hay muchas diferencias. Entre otras, que los cerrajeros de verdad nunca cometerán fallos y roturas en las aperturas. Toda apertura habrá de realizarse limpiamente, en poco tiempo y sin que comprometa en absoluta la seguridad del acceso. Los auténticos cerrajeros no solo abrirán cualquier puerta sin que haya ningún tipo de rotura.

También intervendrán en otras facetas de la cerrajería, áreas como la relativa a los dispositivos para vías de escape. Los cerrajeros fraudulentos no pueden acometer acciones específicas, como es la disposición de elementos para vías de escape, algo que sí pueden realizar los maestros cerrajeros certificados y con titulación.

Los maestros cerrajeros saben que una puerta mal abierta puede ocasionar problemas futuros, por lo que ultiman los trabajos de manera que no haya espacio para los errores. Los protocolos de actuación son muy claros en este aspecto. Se trata de trabajos que siempre habrá que realizar acciones puntuales y precisas, sin deteriorar nada.

Cuando sea necesario cambiar cerraduras en puertas complicadas, habrá que buscar la cerradura que mejor se ciña a las posibilidades, algo que nunca haría un cerrajero fraudulento. Es el ejemplo de las antiguas puertas, a veces de dimensiones muy elevadas y para las cuales las cerraduras de falleba son una de las mejores alternativas. Contacte para conocer este y otros trabajos en el ámbito de la cerrajería de última generación.